
La fragilidad del adulto mayor depende de su salud física, su situación social y su estado mental. Y se va formando a lo largo de los años (incluso decenios). La fragilidad también es la dependencia en otros niveles, como el económico (amplia y autoestimulada), la afectiva e incluso la física, cuando se compromete el desempeño en cosas elementales de la vida diaria.
El deterioro de la capacidad funcional que lleva a la dependencia conducen a un deterioro de la calidad de vida. Por eso se debe brindar el apoyo, buscando siempre la recuperación o el mantenimiento del nivel funcional.
Si al llegar a ser adultos mayores logramos mantener nuestra vitalidad física e intelectual, seguiremos aportando a la familia y a la sociedad, y lo más enriquecedor: brindar la experiencia a los niños.
Niño saludable, adulto mayor saludable
Estudios han concluido que para lograr un envejecimiento saludable se debe considerar la dieta(entiéndase dieta como la alimentación general que recibimos), el ejercicio y las formas cómo nos enfrentamos a las adversidades.
Los investigadores de la Universidad de Harvard llevaron a cabo un estudio a lo largo de 60 años, identificando siete factores que parecían predecir un envejecimiento saludable y feliz:
1. El consumo moderado de bebidas alcohólicas
2. No fumar
3. Un matrimonio estable
4. El ejercicio
5. El peso adecuado
6. Los mecanismos positivos para lidiar con las dificultades y
7. La ausencia de depresión.
Ellos concluyen que "una ancianidad activa y feliz bien puede que no sea cuestión de los astros ni de la suerte, sino de nuestros genes y de nosotros mismos".
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